LA HERRADURA-ALMUÑÉCAR
LA HERRADURA-ALMUÑÉCAR. LO MEJOR DEL MAR DE ALBORÁN PARA BUCEAR
El mar de Alborán es la puerta de entrada del océano Atlántico hacia el Mediterráneo, por lo que está muy influenciado por aquel. Su cercanía al Atlántico, junto con la cercanía a la línea de costa del talud continental -esto es, un muy limitado piso circalitoral- hace que exista un aporte de agua de baja salinidad y baja temperatura, con especies de origen atlántico, en este mar de Alborán, en el cual el agua atlántica va transformándose en mediterránea, por lo que es un punto clave para la observación de la vida marina.
Las cualidades geográficas y oceanográficas del entorno de Almuñécar y la Herradura componen una morfología batigráfica casi perfecta para el buceo autónomo, tanto recreativo-deportivo como técnico.
Por tanto, elevadas serranías discurren paralelas a la línea de costa y conforman una orografía compleja y muy accidentada, cuyos extremos -de dichas serranías- acaban por caer directamente al mar, un mar con un claro influjo atlántico y que, además -precisamente por esa cercanía de las estribaciones penibéticas- posee un piso circalitoral muy limitado.
Todo ello hace de este entorno un elenco de parajes idóneos para la práctica del buceo autónomo recreativo-deportivo, con gran variedad de calas, playas, acantilados, cuevas, veriles y arenales; además, toda esta belleza propició la protección el extremo occidental de la provincia, formando el parque de Cerro Gordo-Maro, hoy protegido como Paraje Natural de la Red de Espacios Protegidos, y, de igual forma, los acantilados de la Punta de la Mona, que si bien no han sido aún protegidos a más alto nivel, están en la actualidad declarados como Paraje de Interés Comunitario.
En La Herradura-Almuñécar contamos con el Paraje Natural de Cerro Gordo-Maro: el más imponente paraje natural submarino de nuestro entorno, un enclave incomparable con el resto de la costa de Granada.
TIPOS DE INMERSIONES EN LA HERRADURA-ALMUÑÉCAR
Debido a las cualidades morfológicas de la costa
granadina, la batimorfología del fondo y los perfiles de profundidad, los
puntos de interés subacuático serán aquí clasificados según el entorno
batigráfico que componen y no según la profundidad, el modo de acceso o el tipo
de buceo -nocturno, en corrientes, con VPS, etc.. - que se realice en ellos.
A. Inmersiones en roqueos.
Son puntos de interés subacuático que se desarrollarán por zonas de acumulación de rocas de diferente tamaño, de entre 5 y 300 m3 de volumen, que son formaciones naturales, o bien se acumulan junto acantilados o también pueden ser formaciones de la obra civil del puerto de marina del Este o del paseo de Cotobro.
B. Inmersiones en acantilados o pared.
Las
inmersiones en estos acantilados se desarrollan en entornos de pared con
roqueos inferiores, que suavizan el encuentro entre la pared y el sustrato
blando de fondo, muchas veces ubicado ya en el piso circalitoral o muy en el
límite del piso infralitoral. En estas paredes, continuación subacuática de los
acantilados, podremos observar con claridad los diferentes pisos marinos en
relación a la profundidad -supralitoral, intermareal, infralitoral y
circalitoral- y las inmersiones se realizarán mediante descenso por el cabo del
ancla o de fondeo a veriles de entre 6 metros y 15 metros.
C. Inmersiones a lo largo de la interfase.
Son inmersiones que se realizan siguiendo el encuentro entre roqueos naturales y el sustrato blando de playas fácilmente accesibles. De baja profundidad -máximos de 10-12 metros- se realizan en recorridos de ida y vuelta dejando el roqueo primero a un lado, y a la vuelta, al otro.
D. Inmersiones en sustratos blandos.
Son inmersiones realizadas con perfil de inmersión cuadrado o de bloque, puesto que se realizan por elementos de interés presentes en sustratos blandos infralitorales o circalitorales. Son inmersiones en playas cuyos extremos pueden ser recorridos mediante una inmersión de interfase, pero que poseen elementos artificiales -muertos para fondeo de embarcaciones- o naturales -piedras de derribo en playas.